sábado, 12 de septiembre de 2015

El postre es innecesario pero, si lo toma, ¿cuál es la mejor opción?

Podemos aligerar su contenido en grasa y azúcar, reservarlo para días especiales o sustituirlo por otras alternativas sanas
Etimológicamente postre significa porción que se toma al final de la comida. Su origen se remonta a 500 a.C., pero fueron los romanos quienes lo incluyeron como tradición. En aquella época constituyó un elemento importante al aporte de nutrientes en la dieta diaria. Sin embargo, actualmente, con la sobrealimentación y el repunte de la obesidad y la diabetes, lo más sensato sería prescindir de él.
?Si nos decantamos por un postre, lo mejor sería consumirlo en días puntuales, preferiblemente a la hora de la comida, eligiendo porciones pequeñas y dentro de un menú equilibrado", recomienda Elisabet Vázquez, nutricionista de Pronokal Group, "125 g de fruta con poca cantidad de azúcar: fresas, melón o sandía, por su contenido en fibra, vitaminas y minerales, aunque hay que tener en cuenta que pueden provocar gases o sensación de hinchazón?. La Dra. Katy Eftekhar, especialista en medicina ortomolecular, advierte de que además ?su contenido en glucosa puede generar picos de insulina?. De opinión similar es José María Escudero, nutricionista, de Clínica S&O: ?Si se toman después de una comida copiosa tardan más en digerirse, en algunos casos puede favorecer procesos de fermentación, provocando desequilibrios en la flora bacteriana. Son excepciones, por ejemplo, la manzana que contiene almidones, la piña y la papaya que facilitan la digestión de las proteínas?.
Paula Rosso, nutricionista del Centro Médico Lajo Plaza, se decanta por ?el kiwi, que favorece una buena digestión al contener una enzima proteolítica llamada actidina que, tal como ocurre con la bromelina de la piña o la ficina de los higos, ayuda a disgregar las proteínas y evita las digestiones pesadas, la gastritis o la formación de gases, junto a su alto contenido en fibra que favorece el tránsito intestinal?.
?Cualquier ingrediente que acompañe la ración de fruta (vino, zumo, almíbar) está sumando calorías a nuestra dieta?, dice Elisabet Vázquez, aunque Katy Eftekhar opina que ?macedonias o peras al vino rojo pueden ser buenas opciones, añadiéndoles un poco de canela, ya que por su contenido en cromo y cinc evita los picos de insulina que generan la glucosa contenida en estas frutas?, según un estudio llevado a cabo por el Hospital Mike O?Callaghan Federal.
"Un yogur que aporta proteínas, calcio y fermentos lácteos, preferiblemente desnatado" es otra opción para Elisabet Vázquez. Y también para Paula Rosso: ?La leche es rica en triptófano y además contiene calcio, que ayuda a la absorción de triptófano, mejor la versión baja en grasa?. Así como para José María Escudero: ?La mejor opción es el yogur, por su menor contenido en lactosa y si es de cabra aun más recomendable, siempre desnatados". Un estudio realizado por la Unidad de Investigación del centro de salud La Alamedilla, muestra que las personas que habitualmente consumen productos lácteos desnatados presentan mejores parámetros de salud cardiovascular que aquellas que los toman enteros, pero a la Dra. Katy Eftekhar no le terminan de convencer: ?La diferencia calórica entre desnatados y enteros es mínima, y el proceso de ?desgrasar? estos lácteos se realiza por medios químicos o físicos, por tanto, lo convierte en un alimento procesado que no es muy saludable consumirlo?. Un metanálisis sobre 16 estudios observacionales concluye que los productos lácteos no desnatados no aumentan el riesgo de obesidad ni de padecer enfermedades cardiovasculares.
?Limitaremos el consumo de azúcar y recomendaremos el de edulcorantes artificiales como por ejemplo el aspartamo o la sucralosa?, dice Elisabet Vázquez. Pero la doctora Eftekhar nos advierte de que ?edulcorantes sintéticos como sacarina, aspartamo... Tienen efectos negativos como el agotamiento pancreático". Un estudio del Weizmann Institute of Science (Israel) publicado en la revista Nature sostiene que el consumo de estos aditivos provoca en algunas personas intolerancia a la glucosa y alteraciones metabólicas. "Aconsejo para endulzar, de forma moderada, edulcorantes naturales como miel, siropes de manzana, uvas, agave o incluso caña de azúcar (azúcar moreno), ya que al no estar refinados, preservan sus propiedades nutricionales, como el aporte de minerales, entre ellos el cromo que es un regulador del metabolismo de carbohidratos simples en el cuerpo", indica Vázquez.
"Son siempre una mezcla de azúcar y grasa, que debemos evitar tanto si queremos controlar nuestro peso, como evitar enfermedades tipo diabetes, colesterolemia... En fechas señaladas, se puede consumir una porción pequeña, procurando que los platos que hayan precedido el postre sean alimentos ligeros: ensalada, parrillada de verduras, carne baja en grasa o pescado blanco al horno, recomienda Elisabet Vázquez y añade que otra opción es elaborar nuestros propios bizcochos, lo que nos permitirá controlar las cantidades de azúcar y grasas utilizadas, y mejorar la calidad de estos productos.
Según el Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España, los españoles consumimos de media 112 gramos de azúcar al día. La doctora Katy Eftekh explica que : ?Es el dulce veneno blanco que roba minerales y oligoelementos vitales, multiplica por tres las necesidades de vitaminas del grupo B, está vinculada a enfermedades cardiovasculares, osteoarticulares y degenerativas, aporta calorías vacías? (Dr. Rainer H. Straub, del departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Resensburg. Estudio publicado en enero de 2012). En cuanto a las grasas, hay dos tipos: saturadas, dañinas, e insaturadas, saludables, que tienen propiedades nutricionales y funcionales importantes. Entre las insaturadas tenemos mono-insaturadas (aceite de oliva, canola) y poli-insaturadas (omega 3, omega 6). Desafortunadamente, la industria utiliza un tipo de grasa artificial, 'trans' o 'hidrogenada'. El cuerpo humano no las reconoce y no sabe cómo metabolizarlas. Por eso es aconsejable elaborar nuestras propias tartas, galletas o bizcochos, utilizando grasas saludables como aceite de oliva".
Tan mal nos ponen los expertos esta dulce tentación que apenas dejan resquicio para el placer. ¿Y si dejamos hueco para el postre? ?En una alimentación variada y equilibrada, no se recomienda sustituir platos principales por postres debido a las carencias nutricionales que conllevan este tipo de cambios", explica Elisabet Vázquez. ?Ocasionalmente podemos hacerlo, siempre que el postre haya sido realizado en las condiciones y materias primas antes mencionadas, es decir, con índice glicémico bajo, grasas saludables, harinas no refinadas, chocolate negro??, concede la doctora Katy Eftekhar.
Pero la más ?sana y saludable opción, sería sustituir el postre por una infusión relajante o digestiva?, recomienda Elisabet Vázquez, y prácticamente todos los expertos están de acuerdo. Paula Rosso: "El té verde es perfecto. Es un gran antioxidante por su alto contenido de catequinas e isoflavonas que lo transforman en aliado contra el envejecimiento y evita el endurecimiento de las paredes arteriales. También el chai, una infusión asiática que contiene té negro, canela, clavo de olor, semillas de cardamomo, anís estrellado, jengibre y pimienta. Tiene grandes propiedades antioxidantes y digestivas?.
Infartos, ictus, enfermedades respiratorias e incluso cáncer de pulmón. Son algunos de los estragos de la contaminación atmosférica. Una lista que aún no está cerrada. De hecho, va
Infartos, ictus, enfermedades respiratorias e incluso cáncer de pulmón. Son algunos de los estragos de la contaminación atmosférica. Una lista que aún no está cerrada. De hecho, varios equipos de científicos están investigando sobre los efectos que tienen las partículas contaminantes de la atmósfera durante el embarazo, tanto para las madres como para sus hijos. El más reciente, del Centro de Investigación de Epidemiología Ambiental (CREAL), profundiza en el papel del exposoma durante la gestación. Es decir, el total de exposiciones ambientales que afectan a las personas desde la concepción en adelante, complementando el genoma.
Como explica a EL MUNDO el director del CREAL, Jordi Sunyer, los actuales retos de la ciencia en este campo se centran en el papel de la contaminación "durante el embarazo, sobre su repercusión en el desarrollo del cerebro, de trastornos neuropsicológicos y de enfermedades neurodegenerativas".
La exposición a productos químicos ambientales en el feto o en el transcurso de las primeras etapas de vida se han asociado con problemas del crecimiento y con efectos neurotóxicos, inmunotóxicos y obesogénicos en los niños. No obstante, señalan los autores del trabajo del CREAL, "la evidencia aún es limitada o insuficiente". También lo es la que asocia la contaminación a "otros efectos más sutiles como las enfermedades oftalmológicas o del riñón", puntualiza Sunyer.
Lo que está claro es que la contaminación no sólo golpea al medio ambiente, sino también a la salud. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía el pasado mes de abril que más del 90% de la población europea está expuesta a niveles de partículas finas en el aire (las que más profundamente penetran en el sistema respiratorio) superiores a las directrices de calidad que fija la propia OMS. Esto, según el mismo organismo internacional, se tradujo en 2012 en cerca de 482.000 muertes prematuras por cáncer de púlmón, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
A ellas habría que sumar otras 117.000 adicionales como consecuencia de la contaminación del aire interior (fundamentalmente del dióxido de nitrógeno, las partículas finas o los compuestos orgánicos volátiles emitidos, por ejemplo, por el humo del tabaco, los aparatos de gas, etc.). En total, 600.000 fallecimientos anuales en el continente europeo que suponen un coste de 1,4 billones de euros, cifra equivalente a la décima parte del Producto Interior Bruto (PIB) de la región en 2013. En España, teniendo en cuenta los datos entre 2010 y 2012, la carga económica asciende a unos 38.000 millones de euros, lo que representa el 2,8% del PIB. Según la Agencia Europea de Medio ambiente (AEMA), España registra unas 27.000 muerte anuales por contaminación del aire.
En definitiva, uno de cada cuatro europeos cae enfermo o fallece de forma prematura como consecuencia de la contaminación ambiental. En todo el mundo, las estimaciones de mortalidad alcanzaron en 2012 unos siete millones de personas. Por enfermedades cardiovasculares, como los infartos y los ictus; respiratorias, como la EPOC o las infecciones agudas en los niños; o por cáncer de pulmón. Del mismo modo, también existe un lazo con una repercusión más: la ansiedad, que afecta globalmente al 16% de la población en algún momento de su vida, sobre todo a quienes viven cerca de autopistas.
En este sentido, el equipo de Jordi Sunyer, director del CREAL, ha publicado un trabajo que demuestra que la contaminación tiene un impacto directo sobre el desarrollo del cerebro. Sus resultados, publicados en la revista Plos Medicine, revelan que los alumnos de colegios cercanos a vías con mucho tráfico tienen un desarrollo cognitivo más lento que los que asisten a centros expuestos a una menor intensidad de circulación.
Precisamente el tráfico es el principal culpable de la contaminación en las ciudades, pero también hay otras fuentes, centradas en algunos sectores industriales (siderurgia, cemento y centrales térmicas) y en el tratamiento de los residuos. Los contaminantes ambientales que más problemas de salud causan son las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico u 'ozono malo' (O3) y el dióxido de azufre (SO2).
Estar sometido día tras día y durante años a estas sustancias no sólo aumenta el riesgo de determinadas enfermedades, también resta, en general, años de vida. Concretamente, por cada incremento anual de cinco microgramos por metro cúbico de las PM2,5, aumenta el riesgo de muerte prematura en un 7%. Así lo determinaba un estudio europeo con más de 300.000 personas.
Y lo peor es que este robo de vida ocurre incluso cuando los valores de estas partículas en suspensión están por debajo de los límites máximos establecidos por Europa, 25 microgramos por metro cúbico al año. Es decir, no hay umbrales seguros y así lo confirma cada uno de los estudios que se van publicando sobre los efectos de la contaminación ambiental. Los últimos señalaban que precisamente los niveles permitidos por la UE son capaces de aumentar el riesgo de morir por un problema cardiaco, y aún más. Las madres expuestas a la emisión de contaminantes en la atmósfera son significativamente más propensas a tener hijos de bajo peso al nacer. Varias investigaciones están aportando pruebas del impacto de la exposición en el útero sobre el riesgo de mortalidad intreuterina y prematuridad.
Junto con las embarazadas, los niños, las personas mayores y los enfermos constituyen una población especialmente vulnerable a la contaminación atmosférica. Durante el Congreso Europeo de Cardiología celebrado en agosto se expusieron datos reveladores. Según las estadísticas, los pacientes cardiacos ingresaron más en los días de mayor contaminación. Además, aquellos que fueron sometidos a un cateterismo para desbloquear sus arterias obstruidas presentaron mejores resultados cuando el clima era soleado pero frío y con menos niveles de monóxido de carbono y de óxidos de nitrógeno.
Todas las evidencias apuntan a que el diseño de políticas para reducir la morbilidad y la mortalidad de la población pasa por limpiar el aire que respiramos. ¿Cómo? Realizando algunos cambios como los que propone la OMS, que apuesta por ser más exigente, por ejemplo, con los límites de las PM2,5 (recomienda no superar los 10 microgramos por metro cúbico). O ampliando los espacios verdes en las ciudades. Está demostrado que los parques mejoran parámetros tan dispares como la ansiedad, la calidad del sueño, la salud cardiovascular, la longevidad, mortalidad o tasa de partos prematuros.
Los expertos están convencidos de que se puede luchar contra la contaminación y reducir, por lo tanto, la incidencia de cáncer y enfermedades cardiorrespiratorias. Algunas ciudades (en los países nórdicos y Canadá) han conseguido mejorar la calidad del aire prohibiendo la calefacción de carbón en los edificios, apostando por las energías renovables y realizando un mayor control del transporte. Sin duda, concluye Sunyer, "mejorar la calidad del aire, que es uno de los factores prevenibles de enfermedad al igual que el tabaco o el alcohol, ofrece claros beneficios en salud".

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Se puede ser demasiado guapo?

Quién más quién menos ha deseado ser más atractivo o inteligente. Pero ser el más guapo o el más listo no siempre resulta ser lo mejor
¿Cuánto más, mejor? ¿Siempre? A priori, seguramente la respuesta mayoritaria sea afirmativa. No importa si hablamos de dinero, belleza o inteligencia. Queremos más, siempre. Y es que, si estuviera en su mano tener el físico de Brad Pitt o igualar en atractivo a la modelo Gisele Bündchen, ¿por qué razón debería renunciar a ello? ¿Cree que en algún momento de sus vidas hubieran preferido ser sólo un ser humano del montón? Quizá exista un límite en el horizonte de la belleza o de la inteligencia al cual sería mejor no llegar. En definitiva, ¿es posible afirmar que se puede ser demasiado guapo o excesivamente inteligente?
"Despuntar, ya sea en belleza o inteligencia, siempre hace que otras personas envidien al sujeto que posee esas virtudes", afirma sin ambages la psicóloga Rocío Martín-Serrano del centro Somos Psicología y Formación. Y es que, toda capacidad que se sitúe por encima de la media "es mirada por la sociedad con cierto recelo", afirma desde la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades (AESAC), su Secretario, Adolfo Guadamillas.
Parece, por tanto, que el verdadero problema no es tanto el exceso de belleza o de inteligencia, como la simple desmedida de una de nuestras capacidades. Aunque, desde AESAC creen que esto no es exactamente así y apuntan que "por ejemplo, la capacidad deportiva está muy bien valorada, ya que, se relaciona con el esfuerzo y la perseverancia. Mientras que la capacidad intelectual no es percibida de la misma manera por la sociedad. Mucha gente desconoce que los niños superdotados luchan desde muy pequeños para gestionar tanta información y sentimientos, y lo que es más duro, contra la incomprensión de la sociedad".
Una sociedad, la española, que según el neurólogo David Pérez, Jefe de la sección de Neurología del Hospital Infanta Cristina de Parla, "debería establecer el modo de buscar y seleccionar a aquellos sujetos con mayor inteligencia en capacidades cognitivas específicas para proporcionarles las oportunidades y el escenario más adecuado para que desarrollen su capacidad y así puedan resolver los problemas de nuestra era".
Con otras palabras, pero abundando en la misma opinión, en AESAC aseguran que nunca se es demasiado inteligente, ya que el problema no está en el individuo, si no en el entorno. "Vivimos en una sociedad que desperdicia el talento en las primeras edades, pero que después lo busca y lo paga a precio de oro. Usando un símil futbolero, nuestros dirigentes no cuidan la cantera, pero después gasta enormes cantidades de dinero en fichajes".
Y es que, el recorrido académico de estos niños y adolescentes superdotados suele ser un auténtico vía crucis "que muchas veces acaba en fracaso escolar, cuando no en problemas psiquiátricos", asegura Adolfo Guadamillas.
Así que, si pensaba que contar con una inteligencia fuera de serie es garantía de una vida plena y feliz, verá que tal juicio tienen muchos matices. Algunos de ellos, los encontramos en Demasiado inteligente para ser feliz (Paidós Ibérica, 2014) de Jeanne Siaud-Facchin. En su libro, la psicoterapeuta, experta en temas de exceso de inteligencia, afirma que "ser superdotado no es ni una oportunidad insolente ni una bendición de los dioses ni un don privilegiado ni un envidiable exceso de inteligencia. Se trata de una personalidad singular con múltiples recursos intelectuales y afectivos cuyo potencial sólo podrá encuadrarse como una fuerza positiva en el conjunto de la personalidad, si y solo si, ese potencial es conocido, comprendido y reconocido".
Incomprensión, desaliento y, en demasiados casos, infelicidad, es lo que sienten muchas personas que han sido tocadas con el "don" de la inteligencia, debido a una sociedad que castiga la diferencia en cualquiera de sus formas. Pero, ¿penalizamos de la misma manera al más inteligente de la clase que a la más guapo? Según la psicóloga Rocío Martín-Serrano "hoy en día valoramos tanto la belleza que, exceptuando una minoría, nadie rechazaría a alguien con un atractivo físico espectacular".
Esta opinión, que a priori, podría parecer exagerada, lo cierto es que se ve respaldada por numerosos estudios como el informe The Labor Market Return to an Attractive Face: Evidence from a Field Experiment, elaborado por Florencia López Bóo, Matín A. Rossi y Sergio Urzúa en 2011 (Universidad de San Andrés, Argentina), en el que se concluye que las personas atractivas que buscan trabajo reciben un 36% más de respuestas por parte de las empresas que las personas menos agraciadas.
Además, por si no bastara con optar a un mayor número de oportunidades profesionales, los guapos también perciben salarios mayores que el común de los mortales. Al menos, así lo asegura Daniel S. Hammermesh en su libro Beauty Pays: Why Attractive People are more successful, (Princeton University Press, 2011). El economista examina a lo largo de las páginas de esta obra cómo la sociedad actual premia la belleza en todos los ámbitos y recoge datos tan reveladores como que los trabajadores guapos pueden llegar a ganar un 17% más que los menos atractivos o que a la mayoría de ellos les resulta más sencillo que les concedan un préstamo hipotecario.
A la vista de tantas ventajas, ¿cómo no van a ser objeto de la envidia de los que les rodean? Y es que, tanto hombres como mujeres "suelen identificar a estas personas objetivamente atractivas como firmes rivales que les hacen sentir inferiores, lo que irremediablemente conduce a la envidia", remarca Martín Serrano.
Podemos cuantificar la capacidad cognitiva a través de herramientas como los test de inteligencia, aunque para muchos expertos "esta herramienta es sólo una ayuda que debería complementarse con información adicional de la persona, sus experiencias, estado de ánimo, e incluso, la experiencia del evaluador", explica Adolfo Guadamillas, quien considera que "una persona puede tener capacidades extraordinarias para adquirir conocimiento, pero no podemos perder de vista que aprendemos a través de experiencias emocionales como el miedo, la motivación o la alegría, por lo que se debería dar la misma importancia al aprendizaje y gestión del conocimiento como a la inteligencia emocional, ya que ambas coexisten e influyen en el desarrollo de la persona"
Tampoco el neurólogo David Pérez cree que los test de inteligencia sean la mejor herramienta para medir las capacidades cognitivas de las personas y coincide con Guadamillas al afirmar que la inteligencia emocional es complementaria a la capacidad cognitiva. El doctor opina que "se debería ir hacia un modelo más holístico, ya que, por ejemplo, hay genios con grandes capacidades matemáticas que por su falta de empatía o modulación de sus emociones ven limitada su facultad para aplicar esa capacidad en la vida real".
Si ya es difícil encontrar la mejor manera para medir nuestra capacidad cognitiva, todavía lo es mucho más establecer un baremo que sirva para determinar si es usted más o menos guapo que su vecino. También de este tema se ocuparon los investigadores Florencia López Bóo, Matín A. Rossi y Sergio Urzúa en su informe The Labor Market Return to an Attractive Face: Evidence from a Field Experiment, quienes entre otras conclusiones, determinaron que un rostro es más atractivo cuando la distancia entre los ojos y la boca es de aproximadamente un 36% de la longitud total del rostro y cuando la distancia entre los ojos es de un 46% del ancho total de la cara. Así que, si quiere salir de dudas, puede coger un metro y calcular porcentajes o también puede consultar la herramienta on line Anaface, que le permite averiguar si su cara se acerca a las proporciones ideales de belleza actual. Ésas que le proporcionarán las mejores oportunidades profesionales y una nómina envidiable. Eso sí, recuerde que también tendrá que soportar ser la envidia de sus amigos y compañeros de trabajo. 

Crisis y salud, blancos perfectos para las sectas

Tres universidades españolas lanzan un estudio para analizar el abuso psicológico y las consecuencias en las víctimas
¿Llevas años luchando por ganar mucho dinero y no puedes? ¿Pones toda tu fuerza y voluntad y aún así no consigues beneficios económicos? ¿Y ahora, con la crisis, sientes agobio y angustia? Cursando este seminario encontrarás la solución?. En esta oferta no aparece la palabra manipulación de forma explícita, pero detrás de estas preguntas podría esconderse una secta. Un anuncio de búsqueda de empleo, un curso de coaching, un proyecto de cooperación o la cura definitiva para una grave enfermedad son los renovados modelos de captación que los líderes sectarios lanzan en Internet y entre la sociedad para reclutar adeptos a un tipo de sectas que han aflorado con la crisis y que no se mueven bajo principios religiosos, son las denominadas sectas comerciales y pseoudoterapéuticas como la bioneuroemoción.
Un señor vestido de chaqueta con un maletín podría ser otro estereotipo de sectario en España. Satán, ritos, deidades, velas y túnicas están lejos de este otro concepto de secta. Ahora lo que funciona es un vocabulario new age, presencia en Internet, cursos on line, formación para el emprendimiento, técnicas de liderazgo, venta de productos nutricionales, títulos de sanación... Palabras que resultan más interesantes para el nuevo perfil de víctimas; generalmente personas con incertidumbre, que buscan un bienestar personal, una salida profesional inmediata o padecen alguna enfermedad. ?Las sectas se nutren de las miserias humanas, y cuando pasamos por crisis somos más influenciables y podemos ser captados con más facilidad?, analiza el psicólogo y profesor en la Universidad de Málaga experto en sectas José Miguel Cuevas.
Él, junto a otros dos profesores de la Universidad Autónoma de Madrid y la de Barcelona acaban de lanzar un estudio internacional titulado Experiencias de abuso en contextos grupales para analizar las conductas de las víctimas ante las presiones sectarias. ?Lo hemos diseñado de forma que podamos evaluar el ámbito clínico y pericial?, apunta Cuevas, que asegura que es la muestra más ambiciosa realizada en España por su extensión y el número de víctimas, que podría alcanzar las 500 personas. ?La mayor muestra realizada hasta el momento contaba con 100 testimonios, la nuestra se ha difundido entre asociaciones y entidades de España y Latinoamérica y esperamos gestionar un gran volumen de información muy valiosa?, apunta Cuevas.
María (nombre ficticio) es la hermana de una adepta que se suicidó tras pertenecer a una secta de venta directa. ?No pudo más con la presión que ejercían sobre ella los que consideraba sus gurús?, reflexiona. Cuenta que conoce con nombre y apellidos a los que introdujeron a su hermana en la secta, que incluso fueron al entierro. ?Tengo documentos, mensajes de texto, testimonios... he hablado por teléfono con el líder de la secta, que fue la última persona que escuchó a mi hermana antes de morir...?, dice alterada. ?Me entrevisté con la policía secreta, les di todo el material que tenía... pero no sirvió. Todo se mueve en la impunidad?, asegura María.
Calcular cuántos sectarios hay en España es complicado. Ni el Ministerio de Interior ni la Policía Nacional tienen datos concretos, -se suelen clasificar en el apartado de estafa-, y la opacidad con la que se mueven sus líderes hacen más difícil la tarea. No obstante, la asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP) estima que el 0,9% de la población española pertenece a una secta. ?Serían más de 500.000 sectarios, casi cuatro veces más que hace 20 años?, detalla su presidente Miguel Perlado, que advierte de la complejidad para hacer los cálculos. ?Ahora confirmamos un repunte en las sectas que prometen ganancias rápidas, crecimiento personal, desarrollo espiritual y grupos relacionados con aspectos curativos?, añade Perlado.
Otra entidad, la Asociación Española para la Prevención de la Manipulación Sectaria, Redune, que tiene más de 15 años de trayectoria, destaca tendencias semejantes a las de la AIIAP. ?Es impresionante el bum de sectas comerciales y de bioneuroemoción que ha proliferado en los últimos cinco años?, declara Juantxo Domínguez, presidente de la asociación. ?Ahora recibimos más de 300 llamadas y correos al mes con solicitudes de asesoramiento; son más del doble que hace cinco años?, resume. Y detalla: ?Durante esta crisis, el 80% de las consultas están relacionadas con grupos para-sanitarios (65%) o para-empresariales (15%), y apenas un 20% se refieren a grupos de nueva religiosidad. Hace siete años, el 80% eran de aspecto religioso?.
Abierto plazo presentación propuestas para el II Encuentro Nacional de Sectas. + INFO http://t.co/K3k42Bn3Ve pic.twitter.com/SacT5hfz53
El éxito de las sectas comerciales está en que conjugan la esperanza con la dependencia. ?Son organizaciones empresariales que se dedican a ofrecer seguridad económica mediante engaño, técnicas de persuasión coercitiva y presión de grupo. Convencen para realizar inversiones económicas, trabajar sin descanso y asistir a sesiones de adoctrinamiento para conseguir en ellos un cambio de mentalidad profunda. Les aíslan de su entorno y les venden un sueño que acaba provocando graves problemas económicos y de salud mental?, añade el psicólogo. Por otro lado, Perlado alerta de que las sectas para-sanitarias, que se esconden en centros de terapias alternativas, psicoterapias, talleres de crecimiento personal o centros deportivos, provocan además problemas de salud pública. ?Falta adecuación profesional, regulación de normativas, control en los productos que se venden, en los métodos de sanación? Todo supone un riesgo evidente para la salud?.
En ambos casos, la palabra impunidad aparece constantemente en los discursos de los expertos, y la ausencia de información pública sobre estas cuestiones agrava la situación. ?En Francia, por ejemplo, hay un observatorio interministerial que permite controlar mejor estos grupos, pero aquí no. Tampoco jueces que sienten jurisprudencia en este ámbito. Aunque hay herramientas legales para la protección de las víctimas, pero las obvian cuando hablamos de mayores de edad porque se supone que saben lo que hacen. No obstante, las sectas anulan tu voluntad, debería aplicarse algo parecido a la protección que te otorgan en casos de violencia de género?, propone Domínguez, que apunta que la Fiscalía de Menores de San Sebastián está instruyendo diligencias en un caso alertado por Redune por posibles abusos.
José Miguel Cuevas, que está en contacto constante con abogados y víctimas, concluye que en España es difícil perseguir a estas organizaciones. ?Y no solo eso, algunas están amparadas y se les permiten privilegios como exención de impuestos o ausencias de inspección laboral. Aunque compitan y quiten mercado a empresas que actúan en plena legalidad?, añade. ?Hay unos cuantos que se están haciendo rico con toda esta farsa alrededor del mundo?, dice María, que después de la muerte de su hermana fundó una asociación de afectados. ?No quiero que esto le ocurra a nadie más, trabajamos mucho para que mi caso no se repita. Estamos muy solos, aunque cada vez detectamos más conciencia y sensibilidad...?, concluye María entre la esperanza, el desconsuelo y la indignación.

Pescado para la depresión

Los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en el pescado pueden alterar la microestructura de las membranas cerebrales y modificar la actividad de los neurotransmisores dopamina y serotonina
ABC Pescado, una saludable manera de protegernos frente a la depresión
Comer una gran cantidad de pescado puede ayudar a frenar el riesgo de depresión, al menos en Europa, según sugiere un informe publicado en «Journal of Epidemiology & Community Health». La asociación entre una dieta rica en pescado y la salud mental parece producirse por igual en los varones y las mujeres.
La depresión afecta a cerca de 350 millones de personas en todo el mundo y se prevé que se convierta en la segunda causa de enfermedad en 2020. Algunos estudios previos han analizado el posible papel de los factores dietéticos en modificar el riesgo de depresión, pero los resultados han sido inconsistentes y no concluyentes.
Por tanto, los investigadores de la Universidad de Qingdao, en Shandong (China) combinaron los datos de estudios relevantes publicados entre 2001 y 2014 para evaluar la fuerza de la evidencia sobre la relación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión. Tras buscar en bases de datos de investigación, encontraron 101 artículos adecuados, de los cuales 16 fueron adecuados para incluirlos en el análisis. Estos 16 artículos incluían 26 estudios, con 150.278 participantes.
Diez de las investigaciones se eran estudios de cohortes, que implican el seguimiento de un grupo de personas que no tiene el trastorno durante un periodo de tiempo para ver quién lo desarrolla. El resto eran de sección transversal, es decir, que analizan la asociación entre un trastorno y otras variables de interés en una población definida en un solo punto en el tiempo o durante un breve periodo.

¿Qué riesgo suponen los campos electromagnéticos para nuestra salud?

Durante los últimos años ha crecido la preocupación en torno a los efectos biológicos  de los campos eléctricos y magnéticos. Se han publicado más de 25.000 artículos que describen
Durante los últimos años ha crecido la preocupación en torno a los efectos biológicos de los campos eléctricos y magnéticos. Se han publicado más de 25.000 artículos que describen los cambios que se pueden producir en nuestro organismo y que certifican el daño de una exposición a campos electromagnéticos de gran intensidad, aunque también aclaran, y así se postula la OMS, que no existen resultados que confirmen que la exposición a campos de baja intensidad tenga consecuencias negativas sobre nuestra salud. En este gráfico repasamos el espectro y recogemos las fuentes naturales y artificiales según su frecuencia.
OMS, ICNIRP (International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection), NIH (National Institutes of Health), Guía UE RO 2011 (Radiaciones ópticas artificiales), Ministerio de Sanidad y Consumo, Guía práctica de la Comunidad de Madrid sobre Radiaciones Ópticas, Informe sobre CEM publicado por la Osakidetza (2012)

jueves, 10 de septiembre de 2015

13 formas de adelgazar (y solo una de ellas es hacer ejercicio)

Dúchese con agua fría, apague la tele mientras come o acuéstese antes. No todo son dietas y horas en el gimnasio
Es cierto que hay personas con un metabolismo envidiable y que a pesar de comer de todo y no hacer deporte se mantienen delgadas año tras año. Pero son las menos. La inmensa mayoría de los mortales tiende a coger kilos con la edad. De hecho, la OMS considera el sobrepeso y la obesidad como ?la pandemia del siglo XXI?. ¿Sabe de qué hablamos? Es evidente que usted no puede cambiar su genética, pero sí introducir ciertos hábitos en su vida cotidiana que, o bien le servirán para engañar al estómago y comer menos, o bien acelerarán su metabolismo y le ayudarán a quemar más grasa a lo largo del día. ¡No todo iba a ser hacer ejercicio! Tome nota.
Diversas investigaciones realizadas en 2011 por el Instituto de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Leeds (Reino Unido) concluyen que los efectos del chicle en la regulación del apetito son muy positivos. Por un lado, porque evita que comamos por aburrimiento, y por otro, porque como produce sensación de saciedad, reduce las ganas de tomar el aperitivo y de picar entre comidas. Pero ojo, para que el truco funcione, se tiene que mascar el mismo chicle durante al menos 45 minutos. La doctora Marta Aranzadi, especializada en nutrición, nos explica por qué: ?El azúcar o cualquier otro tipo de edulcorante que lleve el chicle nos incita a comer, porque produce liberación de insulina. Sin embargo, una vez que el chicle ha perdido su sabor, al masticarlo producimos una salivación extra, que es precisamente la que nos hace perder el apetito?. Así que cambiar de chicle cada dos por tres es hacer trampa. 
Investigadores de la Universidad de Birmingham (Inglaterra) han comprobado que es un método muy sencillo, pero que surte efecto. Su experimento, realizado a principios de este año, consistió en controlar durante tres meses la evolución de 84 personas con sobrepeso. A 41 de ellas se les pidió que bebieran un vaso de agua antes de cada comida principal y, al resto, que se imaginaran que tenían el estómago lleno antes de empezar a probar bocado. Transcurridas las 12 semanas de prueba, los resultados no dejaron lugar a dudas: el primer grupo perdió casi cuatro kilos y medio de peso, mientras que el resto se quedó en los 800 gramos. ?Efectivamente, este es uno de los trucos infalibles para adelgazar, pues al llenarnos el estómago, comemos menos. Y da aún mejor resultado si el agua es fría, porque así provoca la contracción del estómago y hace que tengamos menos hambre?, apostilla la doctora Aranzadi.
Saltarse el desayuno es uno de los errores más extendidos entre las personas que quieren adelgazar, pero produce justo el efecto contrario al deseado. ?Por dos motivos: porque al llegar a la siguiente comida estamos hambrientos y comemos más y porque el ayuno prolongado pone el metabolismo en forma de ahorro, es decir, revierte el metabolismo de la insulina y hace que almacenemos más grasa?, aclara la experta en nutrición. Un estudio realizado por científicos del Imperial College (Londres), publicado en el Daily Mail en 2012, corrobora estas explicaciones. El experimento, consistente en escanear los cerebros de 21 participantes, mientras les mostraban fotografías de diferentes alimentos, reveló que los voluntarios que se saltaban el desayuno comían más en el almuerzo y encima se decantaban por los alimentos más grasos y azucarados, lo que no les hacía bajar de peso precisamente. ¡Un motivo más para comenzar el día dándonos un homenaje!
A la hora de adelgazar, el factor psicológico juega un papel determinante. Tanto es así, que el simple hecho de ver un plato pequeño rebosante nos sacia más que ver uno grande a medias, aunque la cantidad de comida sea mayor en el segundo caso que en el primero. Esto ocurre así porque engañamos a la mente. Por eso conviene servirnos siempre la comida en platos pequeños y cuencos de postre. Este sistema da resultados tan eficaces, que está incluido en el programa Myplate del gobierno norteamericano.
Ya en el siglo XIX Horacio Fletcher, conocido como el gran masticador, comenzó a insistir en la importancia que tenía comer despacio y masticar mucho cada bocado para quedarnos saciados. Prueba de ello es que él perdió gran parte del peso que le sobraba gracias a este sistema y no lo volvió a recuperar nunca más. Hoy conocemos la respuesta científica al éxito de su método: nuestro cerebro tarda alrededor de 20 minutos en enviarnos la señal neuronal de que estamos saciados y si durante ese intervalo de tiempo comemos muy deprisa, comeremos de más. ?Masticar unas 20 veces cada bocado y dejar el tenedor en el plato mientras lo hacemos es lo ideal para no excedernos con las raciones?, aconseja Marta Aranzadi.
Un estudio realizado en 2004 por el Departamento de Marketing y Ciencia Nutricional de la Universidad de Illinois (EEUU) asegura que con la tele encendida comemos más y peor. Más, porque continuamos haciéndolo de forma mecánica, sin darnos cuenta de que ya estamos saciados, y peor, porque llevados por la publicidad elegimos alimentos poco sanos, que no deberían formar parte de nuestra dieta. ?Para hacernos conscientes de lo que comemos y de cuánto comemos es fundamental centrarnos en comer mientras lo estamos haciendo y evitar distracciones como la tele, el iPad, el móvil... Solo si dedicamos un tiempo y un espacio a nuestra alimentación podemos mantener una relación sana con la comida?, afirma Marta Aranzadi.
Así lo aconsejan un grupo de especialistas de la Universidad Northwestern de Medicina (Chicago, EEUU), desde que en 2011 descubrieron que las personas que se acuestan tarde consumen alrededor de 250 calorías más que las que lo hacen temprano. El motivo, según sus observaciones, radica en que recurren a la comida rápida y beben más refrescos edulcorados. Echando cálculos, estas calorías extra pueden llevarnos a engordar? ¡900 gramos al mes!, lo que supone una barbaridad de kilos extra al año.
Esto es fácil de conseguir si practicamos el consejo anterior. Según una investigación dirigida en 2014 por el doctor Hengyi Rao, de la Universidad de Pensilvania (EEUU), la falta de sueño produce alteraciones en la parte del cerebro que nos ayuda a decidir (en la llamada red de asignación de relevancia) y estas modificaciones nos incitan a consumir más grasas y menos hidratos de carbono, algo que con el tiempo se traduce en un evidente aumento de peso. Dice Marta Aranzadi: ?Dormir poco o mal influye en el ciclo hormonal de cortisol, aumentando sus niveles en sangre, algo que finalmente repercute en el páncreas, provocando hipoglucemias y aumentando las ganas de comer. Ésta es la causa por la que muchas veces los insomnes atracan la nevera en mitad de la noche?.
Dormir en una habitación fresquita (no gélida) obliga a nuestro organismo a generar más calor, algo que consigue activando la grasa parda, que es la encargada de regular la temperatura corporal. El proceso se produce de la siguiente manera: como fuera hace fresco, las células del tejido adiposo queman más energía para mantener nuestro cuerpo caliente y esto, lógicamente, contribuye a una pérdida de peso más rápida que si dormimos en una habitación cálida y con un pijama grueso. ?No es broma, mantener el cuerpo a 36,5 ºC supone un gasto energético importante?, comenta la experta en nutrición.
Da pereza, pero es un hábito muy sano: por un lado, el agua fría estimula las terminaciones nerviosas y nos ayuda a comenzar el día enérgicamente, y por otro, tal y como comentábamos más arriba, también activa la termogénesis, que es la capacidad del organismo para generar calor, por lo que facilita la pérdida de peso. Así lo explica el escritor y conferenciante norteamericano Timothy Ferriss en su obra The 4-Hour Body, aunque hace hincapié en que para que este sistema sea efectivo la ducha debe durar al menos tres minutos. Ya lo sabe, no vale meter un pie y salir corriendo.
Gracias a un estudio realizado en 2009, el doctor Shalamar Sibley, de la Universidad de Minnesota (EEUU), comprobó que la vitamina D activa el metabolismo y que, por eso, a las personas con déficit en esta vitamina les cuesta más perder peso. Para no sufrir esta carencia, además de consumir alimentos como yema de huevo, salmón, caballa, sardinas y setas, es imprescindible exponernos al sol, no directamente claro está, pero sí saliendo a pasear a la calle, por la sombra, todos los días.
A la vista está que no es el remedio definitivo para quedarnos como sílfides, pero sí puede ayudarnos a perder algo de peso. Esta es la conclusión a la que han llegado los autores del estudio Energy Expenditure during Sexual Activity in Young Healthy Couples (gasto de energia durante la actividad sexual en parejas sanas y jóvenes), publicado en la revista PlusOne en 2013. Antony Karelis, profesor de la Universidad de Quebec (Canadá) y director de dicha investigación, asegura que el gasto energético medio durante cada acto sexual es de unas 85 calorías, lo que equivale a 3 calorías y media por minuto. No está nada mal, tratándose de un sistema tan gozoso.
?Todos los consejos anteriores funcionan mucho mejor si hacemos algo de ejercicio moderado a diario. Y no solo porque el ejercicio contribuye a quemar grasa, sino porque el bienestar que proporciona (la liberación de endorfinas) facilita el control del apetito?, dice Marta Aranzadi. ?No hace falta obligarnos a ir al gimnasio: caminar todos los días 45 minutos seguidos, utilizar la escalera en lugar del ascensor y bajarnos del autobús un par de paradas antes de llegar a nuestro destino ya sirve. El hecho de incluir estos hábitos en nuestra rutina cotidiana forma parte del balance energético negativo, que es el que nos hace quemar grasa. Y con esto es suficiente. En contra de lo que mucha gente piensa, resulta mucho más sano y efectivo movernos un poquito todos los días que matarnos en el gimnasio una o dos veces a la semana. Los palizones ocasionales únicamente sirven para forzar los músculos y estos, para poder resistir, se llenan de agua, un mecanismo de defensa que no nos ayuda a quemar grasa y por lo tanto, tampoco nos hace adelgazar?, concluye la experta.

Cómo el sistema nervioso boicotea tus esfuerzos por quemar calorías

Nuestro propio cuerpo nos obliga a seguir la ley del mínimo esfuerzo de forma inconsciente, y un estudio con exoesqueletos acaba de aclarar por qué lo hace
Cada vez que nos lanzamos a hacer ejercicio para intentar quemar calorías nos enfrentamos a una maquinaria que lleva perfeccionándose más de 100.000 años. En parte por genética, en parte por el funcionamiento esencial del cuerpo humano, existen mecanismos naturales que boicotean los esfuerzos innecesarios y buscan siempre gastar la mínima energía posible. En otras palabras, la ley del mínimo esfuerzo existe en términos biológicos.
Un equipo de investigadores de Canadá se ha propuesto investigar cómo funciona esta maquinaria en los humanos. Para intentar averiguarlo, estudiaron la forma de andar de varias personas mientras se desplazaban por una cinta de ejercicios. Todas llevaban un exoesqueleto que en ocasiones ofrecía resistencia al movimiento, por ejemplo al doblar las rodillas, obligando al sistema nervioso a recalcular los movimientos y buscar el nuevo paso más eficiente, el que menos energía requiere para poder desplazarse.
?Lo que hemos descubierto es que la gente cambia su forma habitual de caminar, incluyendo su paso característico que han establecido durante millones de pasos durante toda su vida, para ahorrar pequeñas cantidades de energía?, ha explicado Max Donelan, uno de los autores del trabajo, en una nota de prensa. ?Esto es totalmente consistente con que la mayoría de nosotros preferimos hacer las cosas siguiendo la ley del mínimo esfuerzo, como cuando elegimos el camino más corto para llegar a casa o nos sentamos en lugar de estar de pie?, resalta. En su trabajo, dice, han demostrado que hay un fundamento fisiológico y racional para esa ?vaguería? inherente.
Los resultados con los exoesqueletos muestran cómo ese sistema de optimización tarda apenas unos minutos en recalcular el gasto energético y buscar un nuevo paso. Y todo para ahorrar cantidades marginales de energía, en ocasiones con ganancias de menos del 5%, según los resultados del trabajo, publicados hoy en Current Biology.
"Andar requiere coordinar literalmente decenas de miles de músculos, ¿cómo es que descubrimos las combinaciones óptimas tan rápido??, se pregunta Donelan. Es algo que quieren seguir investigando. Lo que sí señala su equipo es que lo que han observado con gente caminando probablemente se extiende a todos nuestros movimientos.
Mikel Izquierdo, director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, señala que hay dos razones básicas que explican estos resultados. Por un lado, nuestros genes siguen funcionando igual que cuando éramos cazadores y recolectores, cuando la energía se optimizaba al máximo para poder correr detrás de las presas y no morirse de hambre. ?Por eso nos cuesta tanto hacer ejercicio de forma voluntaria, nos resistimos porque estamos programados genéticamente para ahorrar el máximo de energía posible?, explica. A esta programación genética se sumaría el otro mecanismo que han explorado los autores de este estudio, señala izquierdo. ?Este tipo de mecanismo se ve claramente en los deportes de resistencia como el maratón?, resalta. ?En estas pruebas los corredores se mueven sin levantar mucho las rodillas ni los muslos, buscando el mínimo gasto energético, ya que deben guardar fuerzas para toda la carrera?, explica. Durante esta larga prueba, el sistema nervioso va recalculando y adaptando el paso, ?por eso es tan visible que la forma de correr de los participantes es muy distinta cuando están en los primeros 10 kilómetros que cuando ya llevan 30 kilómetros?, resalta Izquierdo.
Todo esto lleva a otra conclusión: los humanos están hechos más para la eficiencia que para la potencia. ?Estamos más adaptados al ejercicio de resistencia con el mínimo gasto energético posible, correr, andar para cazar durante horas sin acceso rápido a nutrientes, y, al contrario que otros mamíferos, la explosividad muscular no representa ninguna ventaja ya para sobrevivir?, explica Alejandro Lucía, catedrático de Fisiología Humana y del Ejercicio de la Universidad Europea de Madrid. ?Somos el único mamífero que, por ejemplo, puede vivir con una mutación en el gen de la alfa actinina 3, que hace que nuestros músculos no expresen esa proteína y por tanto que se contraigan más despacio pero gasten menos energía y sean más eficientes?, detalla.
Nuestros genes siguen funcionando igual que cuando éramos cazadores y recolectores, cuando la energía se optimizaba al máximo para poder correr detrás de las presas
En ese gen está una de las grandes diferencias entre muchos humanos corrientes y los velocistas de élite como Usain Bolt. Hace unos 50.000 o 60.000 años, cuando el ser humano migró de África a Asia y Europa, se produjo una mutación en el gen ACTN3, que produce la proteína ?explosiva? alfa actinina 3. La mutación ?posiblemente favoreció sobrevivir en ese nuevo entorno más frío y que exigía grandes desplazamientos?, explica Lucía. Todos tenemos dos copias de ese gen y los individuos que tienen las dos copias mutadas (XX) tienen más resistencia muscular a la fatiga y más resistencia al frío. Estudios recientes han demostrado que la mayoría de velocistas olímpicos y otros deportes que requieren desarrollar mucha potencia muscular en poco tiempo carecen de esa mutación en uno o incluso las dos copias del gen. ?Un 20% de los caucasianos europeos son XX y este porcentaje es aún mayor en asiáticos?, dice Lucía. En cambio, el genotipo ?lento? XX no existe casi en africanos ni en sus descendientes, como los velocistas jamaicanos o afroamericanos?, resalta. En resumen: ?No se puede correr 100 metros en menos de 10 segundos siendo XX, pero sí es bueno para resistir, cazar, etcétera?, concluye.

Demuestran por vez primera que una proteína del alzhéimer se transmite entre humanos

Los expertos advierten que no se trata de que la enfermedad pueda contagiarse entre personas, sino de la transmisión de la proteína en pacientes con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) iatrogénica
Hace apenas una década la idea de que la enfermedad de Alzheimer podría ser transmisible entre las personas parecía impensable. Pero los científicos han demostrado en estos últimos años que se pueden transmitir los síntomas de la enfermedad entre los animales y ahora, la revista «Nature» publica nuevos resultados que implican la primera evidencia de transmisión de la proteína beta amiloide entre humanos.
Los datos son fruto del análisis de las autopsias de los cerebros de ocho personas que habían fallecido a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), un tipo de ECJ que se adquiere por procedimientos médicos o quirúrgicos. En este caso, explica a ABC Alberto Rábano, del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN y del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, las personas habían recibido tratamiento con hormonas de crecimiento humano (hGH) contaminadas extraídas a partir de las glándulas pituitarias de cadáveres humanos. Los investigadores del University College de Londres (Reino Unido) comprobaron que 6 de los 8 cerebros analizados, además de los daños causados por la ECJ, albergaban la característica proteína beta amiloide que se asocia con la enfermedad de Alzheimer y la angiopatía amiloide cerebral.
¿¿Significa esto que la enfermedad de Alzheimer es contagiosa? Para el neurocientífico molecular John Hardy, autor del trabajo, «es la primera evidencia de transmisión de esta enfermedad en el mundo real», una información «potencialmente preocupante» porque si se confirman los resultados es posible que miles de personas tratadas con estos extractos de hGH podrían estar en riesgo de desarrollar alzhéimer. Pero Rábano matiza: «si bien es cierto que se trata de una primera evidencia, no se habla de alzhéimer. De hecho, no hay presencia de la otra proteína implicada en el alzhéimer: la proteína tau». Por eso, este experto señala que no se está hablando del contagio de la enfermedad de alzhéimer, sino de la «primera evidencia clínica de que la proteína beta amiloide se transmite de persona a persona en determinadas condiciones». Lo mismo afirma Dame Sally Davies, del Departamento de Salud de Reino Unido: «no hay evidencia de que el alzhéimer pueda ser transmitido a los seres humanos, ni tampoco de que pueda ser contagiado a través de cualquier otro procedimiento médico».
Aunque no hay ninguna evidencia que sugiera que el alzhéimer pueda ser transmitido a través del contacto con los pacientes, algunos científicos muestran su preocupación ante la posibilidad de que estos los hallazgos pueden tener implicaciones más amplias: es decir, que el alzhéimer o el párkinson pueda transmitirse por el uso de instrumentos quirúrgicos contaminados. En este sentido, Rábano comenta desde hace tiempo se emplean las medidas adecuadas para la esterilización del instrumental, especialmente para los priones, más difíciles de desactivar que las bacterias y los virus.

Turnos de más de 12 horas: enfermeras agotadas e insatisfechas

Al contrario de lo que se pensaba, los turnos de 12 horas en el ámbito hospitalario no ofrecen tantas ventajas como se presuponía. Según un informe europeo centrado en los datos de
Al contrario de lo que se pensaba, los turnos de 12 horas en el ámbito hospitalario no ofrecen tantas ventajas como se presuponía. Según un informe europeo centrado en los datos de 12 países, entre los que se encuentra España, trabajar medio día entero fomenta el agotamiento emocional, la insatisfacción laboral y las ganas de finiquitar el contrato.
En algunas naciones como Inglaterra, Irlanda y Polonia, este sistema de trabajo cada vez es más frecuente. Entre los argumentos a favor, se cree que, en comparación con los turnos habituales de siete y ocho horas, "aumenta la eficacia y la productividad y ofrece mayor flexibilidad y más días libres completos", reza el documento. Sin embargo, "estos patrones no han sido exhaustivamente analizados", advierten los investigadores responsables de este informe.
Una encuesta coordinada entre 488 hospitales de Bélgica, Inglaterra, Finlandia, Alemania, Grecia, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Polonia, Suiza, Suecia y también España arrojan algo más de luz al respecto. En total, 31.627 trabajadores de Enfermería respondieron entre 2009 y 2010 a un cuestionario de 118 preguntas. El objetivo inicial, aclara una de las investigadoras implicadas, Teresa Moreno Casbas, de la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud del Instituto Carlos III (Madrid), era "comprobar si la formación y el número de pacientes asignados a cada enfermera aumentaba o reducía la mortalidad en cirugía al tercer día". Efectivamente, influyen, al igual que el hecho de "no haber descansado".
Entre las cuestiones que se les planteaba, tenían que responder sobre su entorno laboral y su satisfacción con diferentes aspectos, como los turnos. De ahí este análisis secundario que acaba de publicar la revista British Medical Journal Open. Los autores se sirvieron de una escala internacional que puntúa el agotamiento emocional (MBI) y de la palabra de los propios encuestados.
La edad promedio de los encuestados fue de 38 años, y la mayoría eran mujeres. Según las conclusiones, el turno más común era de ocho o menos horas (50%), casi un tercio de los participantes trabajaba entre ocho y 10 horas (31%), el 4%, entre 10 y 12 horas y el 14%, 12 o más horas. Aunque estos dos últimos turnos no suponen un alto porcentaje en general, en algunos países sí se aplican con más frecuencia. Por ejemplo, en Inglaterra (39%), Irlanda (79%) y Polonia (99%). No es el caso de España, donde "el turno de 12 horas es minoritario", puntualiza Moreno Casbas. "Hay muy pocos hospitales en España que lo incorporen. A los gestores no les gusta mucho. Genera mucha controversia".
En la misma línea, Rafael Reig, secretario general de Acción sindical del sindicato Satse, confirma que "los turnos de 12 horas son minoritarios en nuestro país. La gran mayoría del personal de enfermería hace turnos rotativos de siete horas".
A tenor de los datos, los autores del análisis europeo han observado, en general, que uno de cada cuatro (27%) encuestados mostraba alto agotamiento emocional, mientras que el 17% reconocía su "intención de abandonar el trabajo". Concretamente, la insatisfacción laboral y el agotamiento emocional de los que trabajaban más de 12 horas ascendía al 40% y el 31% sentía ganas de irse.
Aunque se trata de un estudio observacional y las conclusiones, por lo tanto, no son definitivas en cuanto a la relación directa causa-efecto, "los resultados plantean importantes cuestiones para los administradores y empresarios, que deben ser conscientes de los efectos potenciales del agotamiento, que aumenta el riesgo de cometer un error e influye en la calidad de la atención sanitaria, el bienestar del empleado y un aumento del absentismo laboral", argumentan los investigadores de este trabajo.
Lo cierto es que, hasta la fecha, la literatura científica apuntaba que los turnos de 12 horas ayudan a retener al personal de enfermería en la práctica clínica de un hospital, ya que les aporta más flexibilidad, menos días trabajados a la semana (las mismas horas con otra distribución) y más libranzas. Se creía que potenciaba la satisfacción de este gremio. Sin embargo, dados los últimos datos, tendrá que analizarse con más detalle la realidad de este colectivo.
En este sentido, Moreno Casbas y su equipo están desarrollando un proyecto en el Instituto Carlos III a través del cual han recogido los datos de 1.000 enfermeras que han llevado unos sensores con los que se miden los ritmos biológicos, el descanso... Así, "podremos determinar cuál de todos los turnos genera más dificultades para recuperarse".
Por su experiencia, "sin duda, los turnos fijos son los que más satisfacción generan. Los rotatorios no permiten organizar la vida personal de la misma manera. El personal de enfermería tiene que esperar a tener las planillas de tres meses". En cuanto a las 12 horas seguidas de trabajo, "los que están a favor dicen que se puede hacer un mejor seguimiento del paciente (por ejemplo, de 7 de la mañana a 7 de la tarde). Los que están en contra aseguran que no se puede rendir igual y que la capacidad de reacción ante situaciones delicadas es peor".
Como expone Reig, "hay que buscar el interés del personal de enfermería y del paciente. Y lo que está claro es que en algunos servicios concretos, como Urgencias y en las matronas, se ha probado como experiencia piloto y no se ha continuado. Terminan muy cansados". El verdadero problema para este gremio, continúa, "son las rotaciones, es lo que fomenta el abandono profesional y la dificultad de captación de nuevos enfermeros, pero la solución no pasa por los turnos de 12 horas sino por otras alternativas como los turnos antiestrés, para que cada cuatro o cinco días puedan librar tres, más o menos". Es clave encontrar un sistema más adecuado "para reducir su nivel de estrés y ansiedad, aumentar su satisfacción y para que la atención sea de mayor calidad y haya menos riesgo de errores".

Las infecciones en la niñez pueden causar pérdida de audición de mayor

Un estudio de la Universidad de Newcastle ha demostrado que las personas que pasaron infecciones infantiles son más propensos a sufrir pérdida auditiva a partir de los 60 años
Las infecciones en la niñez pueden causar pérdida de audición de mayor
10/09/2015
La salud tiene memoria. Un nuevo ejemplo que lo demuestra proviene de un estudio realizado por la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, y que demuestra que las infecciones que se padecen en la infancia pueden provocar pérdida de audición de mayor. Según el citado estudio, las personas que han sufirdo infecciones de pequeños son más propensas a desarrollar problemas auditivos a partir de los 60 años. Entre las infecciones señaladas figuran la amigdalitis, la otitis media o episodios múltiples de bonquitis.La fiabilidad de esta investigación se basa en que lleva reopilando datos desde 1947. Desde esa fecha se ha realizado un seguimiento a  1.142 bebés de Newcastle para obtener información acerca de su estado de salud, crecimiento y desarrollo. Así, a la edad de 50-60 años, los participantes valoraron su aislamiento  social, las infecciones sufridas en la niñez, y se elaboró también un registro de su historial durante la adolescencia  y primeros años de la edad adulta. Además, desde el siglo pasado se les ha hecho un seguimiento del estado de salud, forma física y densidad ósea. Los resultados del estudio indican que es fundamental proteger la audición desde la infancia.  El investigador jefe del proyecto, el doctro Mark Pearce hace hincapié en que la pérdida de audición puede prevenirse después de los 60: “Nuestros hallazgos indican que aquellos que sufren infecciones en la niñez son más propensos a tener una pérdida de audición a partir de los 60. Reducir el índice de infecciones en la infancia puede ayudar a prevenir la pérdida de audición en la madurez”.

martes, 8 de septiembre de 2015

¿Piensan las mujeres con la vagina?

Esta parte del cuerpo femenino y el cerebro parecen estar conectadas a la hora de activar la respuesta sexual. La relación entre ambas influye en aspectos como por ejemplo la creatividad
Una de esas frases que si no hemos dicho, seguro que hemos oído es aquella de: los hombres piensan con el pene. Sabemos los motivos por los que suele decirse, aunque no si hay alguna base científica para ello. Sin embargo, sobre lo que parece que sí se ha reflexionado más es sobre si las mujeres piensan con la vagina, o más concretamente, si vagina y cerebro son dos órganos íntimamente relacionados. Recordando uno de los momentos míticos de la serie Sexo en Nueva York, el personaje de Charlotte les contaba a sus amigas que su vagina estaba deprimida, y es que en realidad parece que nuestros sentimientos sí que pueden influir en nuestra vagina y viceversa.
Ese es al menos el debate que abrió la autora Naomi Wolf tras la publicación del libro Vagina: una nueva biografía de la sexualidad femenina en el que, más allá de la relación entre el cerebro y los genitales, explica a través de estos órganos la relación entre el cuerpo y la mente, la conciencia y la sexualidad, defendiendo la idea de que la vagina es un componente intrínseco del cerebro de una mujer. ?Para las mujeres, la respuesta sexual implica entrar en un estado alterado de conciencia [?] En las mujeres, la biología de la excitación es más delicada de lo que la mayoría de nosotros entendemos, y depende en gran medida de este sistema sensible, mágico, para que encuentre la calma poco a poco y se encuentre fácilmente desinhibida?, cita Naomi Wolf en su texto.
La vagina envía información al cerebro, pero también el cerebro la recibe de la vagina. Por eso, un pensamiento erógeno puede dilatarla y lubricarla
Pere Estupinyà, bioquímico y divulgador científico
No es la primera vez que la ciencia y el sexo se unen en una visión conjunta y que como resultado de ello aparece un libro. De hecho, una lectura especialmente interesante a este respecto es S=EX² La Ciencia del Sexo del bioquímico y divulgador científico Pere Estupinyà, en el que también se aborda esta relación entre el cerebro y nuestros genitales. ?La información siempre es a dos bandas: obvio que la vagina envía información al cerebro, pero también el cerebro la recibe de la vagina. Por eso, un pensamiento erógeno puede dilatarla y lubricarla?, explica el científico, que concreta que ?la respuesta sexual es mucho más que hormonas o regiones del cerebro?. Así, y simplificando un poco la cuestión, explica que el sistema nervioso periférico tiene dos estados posibles: parasimpático (estamos relajados) y simpático (bajo estrés). ?Normalmente, estamos en el primero, y cuando hay amenazas (accidentes, nerviosismo extremo) se activa el segundo. Por lo tanto, lo fundamental es entender que la sangre solo va a los genitales cuando está activo el parasimpático (por eso hay erecciones nocturnas o gatillazos estando nervioso), y que para llegar al orgasmo se debe activar el sistema nervioso simpático?, señala Estupinyà. La relación entre estos dos estados del sistema nervioso puede explicar muchas de nuestras respuestas sexuales, y es que ?sin duda estar excitado afecta a otros aspectos de nuestro comportamiento, y al revés?.
En una primera aproximación a la relación que existe entre cerebro y vagina a la hora de, por ejemplo, activar o no nuestra respuesta sexual, preguntamos a expertos de distintos ámbitos para saber cuáles son todos los vínculos entre estos dos órganos.
Observando primero el sistema nervioso, Víctor Fernández-Armayor, neurólogo de la Unidad de Ciencias Neurológicas de Madrid, explica que, en realidad, ?todos los órganos del cuerpo humano están conectados con el cerebro. El cerebro elabora conexiones muy complejas con todos los aparatos y sistemas (cardiorrespiratorio, endocrino-metabólico, genitourinario...) y lo hace en los dos sentidos: por medio de vías aferentes recibe información sobre la situación de los mismos, y por medio de vías eferentes manda o envía señales con las órdenes precisas para su correcto funcionamiento. En otras palabras, el cerebro es el director de la orquesta?. Esta relación existe igualmente entre cerebro y vagina (y lógicamente también entre cerebro y pene).
Analizando entonces la complejidad de la propia vagina en sí, la ginecóloga y directora de la Unidad Suelo Pélvico del Hospital Universitario Quirón Madrid, Gema García, insiste en que ?la vagina tiene dos tipos de inervación, la parte superior viene de un plexo relacionado con el útero, que conecta con la médula, y la parte inferior es la verdaderamente sensible al tacto y temperatura a través del nervio pudendo?. De esta manera, la respuesta sexual requiere de una integración entre la excitación psicógena a nivel cerebral (estímulos auditivos, visuales, fantasías?) y la excitación reflexógena al estimular zonas erógenas (genitales, mamas?). ?Por lo tanto, yo puntualizaría que la mujer no es solo vagina en cuanto a despertar del deseo sexual, que hay mucho más?, señala García. Y es que a veces se puede lubricar antes excitando nuestra imaginación que nuestro cuerpo. La experta va un paso más allá y añade que además ?el orgasmo o la sensación placentera se hace consciente a nivel cerebral cuando se alcanzan una serie de contracciones musculares rítmicas e involuntarias de los músculos del suelo pélvico a través del nervio pudendo, sobre una vagina hinchada, que transmitiría a través de receptores de presión y sensoriales las sensaciones orgásmicas al cerebro. Por todo esto sí podríamos decir que en el momento del orgasmo hay una conexión directa de la vagina con el cerebro?.
Si esta es la respuesta más fisiológica, no hay que olvidar que si hablamos de pensar con la vagina, hablamos también de psicología. Tal y como responde la psicóloga y sexóloga Núria Jorba ?dependiendo de cómo estemos, nuestro estado de ánimo, nuestra seguridad, la relación con la persona con quien estemos compartiendo el momento íntimo... Nuestra experiencia sexual y nuestra respuesta variarán. Una mujer necesita un complejo entramado de aspectos emocionales y situacionales para disfrutar de una buena sesión sexual. Así que, definitivamente, la respuesta de nuestra vagina está ligada a nuestra mente, nuestro entorno y nuestro cuerpo?.
Quizás todos habíamos hilado ya que la respuesta sexual de la mujer tiene una importante carga psicológica y que la mente juega un papel fundamental en nuestro cuerpo en lo que al propio acto sexual se refiere. ¿Pero la vagina y el cerebro se relacionan de otras maneras? Parece ser que sí.
El cuerpo es un reflejo de nuestras experiencias, vivencias y sensaciones y si ha habido un malestar puede afectar al aspecto sexual
Núria Jorba, sexóloga
Uno de los ejemplos que pone Naomi Wolf, en su biografía sobre la vagina, es cómo la respuesta de esta puede estar ligada directamente a nuestro nivel de estrés. Analiza de nuevo esta cuestión Víctor Fernández-Armayor, que desde un nivel más neurológico señala que ?existen dos tipos o formas de estrés, o mejor dicho de concebirlo. Por un lado está el estrés positivo, esa cantidad o dosis mínima de estrés que todos necesitamos en nuestro día a día para progresar en la vida, que nos ayuda a construir y avanzar. En el polo opuesto nos encontramos el estrés patológico o ansiedad, siempre negativo, que provoca interferencias tanto en el plano mental como en el físico (aparecen las somatizaciones: taquicardias, temblor, cefaleas, mareo, náuseas...). Por lo tanto, el primero de los supuestos puede contribuir a que las relaciones sean más satisfactorias, mientras que el segundo puede acarrear consecuencias que frustran la posibilidad de llevar una vida sexual satisfactoria y plena?.
Desde una perspectiva más sexológica, y analizando como el estrés o como un hecho traumático puede influir en la aparición de casos de vaginismo o dispareunia, Núria Jorba aclara que ?todo malestar o trauma afecta a nuestro cuerpo de muchas maneras distintas, así como afecta a la sexualidad. El cuerpo es un reflejo de nuestras experiencias, vivencias y sensaciones y si ha habido un malestar puede afectar al aspecto sexual haciendo que aparezcan la falta de deseo, el dolor durante el coito o la imposibilidad de dilatación y relajación durante el mismo?.
Sin embargo, esta relación entre vagina y cerebro no solo influye en un aspecto negativo, ya que otra de la tesis de Naomi Wolf es que un buen cuidado de nuestra vagina influye, entre otras cosas, en nuestra creatividad. Si bien esta tesis ha sido de las más debatidas de su libro, Jorba ve claro que ?la conexión es en ambos sentidos, el cuerpo influye a la mente y la mente en el cuerpo, por tanto, estoy totalmente de acuerdo. Dependiendo de cómo nos sintamos sexualmente, eso influirá en nuestra seguridad, en el bienestar personal, en nuestra autoestima y autoconcepto, por lo tanto, puede influir en nuestras habilidades en todos los niveles incluida la creatividad?. En definitiva, la experta cree que la idea que debe quedar clara es que ?la sexualidad positiva nos aporta felicidad, optimismo y fluidez entre otros aspectos y esto condiciona sin duda nuestra creatividad?.